Casados con la FEA

¿Acaso buscas continuamente revivir tu último ataque de risa para que no se te olvide que has de agradecérselo a la persona que te ayudó a sentirlo? y por ende vas por la calle con cara de payaso emitiendo sonidos y gestos histriónicos que te hagan descojonarte solo mientras repites mentalmente cual ritual todo aquello que taaaanto te hizo reir esa graciosa mañana? 
Sinceramente, no lo creo,  pero sería marvilloso el mundo lleno de gente que viviera anclada únicamente en sus experiencias positivas todo el día, así, no tendrían tiempo de hacer lo mismo pero en modo negativo.

Hoy hablo de esa tendencia a alargar un momento negativo "para ti", y convertirlo en algo de total actualidad, rememorándolo, profundizando en él, poniéndole cara de culo sempiterna al pensamiento que provocas y como consecuencia, al sentimiento que creaste sobre él ( veáse odio, venganza, ira, repudio, tristeza, dolor, aflicción, miedo, etc...)  
Pero eso no te da vergüenza...

No siempre eres  responsable de lo que te sucede pero sí del sentimiento y la intensidad que aplicas al
suceso. Tienes el poder de transformar tu odio y tu tristeza. No digo que sea fácil, pero sí posible. Tan sólo has de querer. Ni el momento bueno ni el malo duran eternamente por lo tanto ¿podemos dejarnos de dramas un rato?
¿O acaso me vas a decir que eso que te sucedió te acompaña a cada segundo? ¿No será que la mecánica de tu pensamiento masoquista y adictivo a teñido por completo y absolutamente todo lo que haces? El café que te tomas, el sexo que practicas, tu trabajo, tu vida, ¿tu todo?
Es sorprendente como nos hemos acostumbrado a la negatividad.

Es esa novia fea, triste, sosa, pesada y mala, pero segura. Ella nunca se irá si tu no la hechas, no tiene ni dónde ni quien más que contigo. No la soportas, es una cabrona pero tu tampoco te arriesgarías a comprobar si correrías mas suerte que ella y por lo tanto prefieres quedarte así. Aquí sufrimos pero juntos, nos jodemos los dos. No estaré solo.
Hubo cierta ocasión que conociste a una chica guapísima, simpática, divertida, el problema es que era a la vez loca, inestable, promiscua... Efímera. 
Nunca te habías sentido igual. Mas no era segura, no te prometía estabilidad, ni fidelidad. Tuviste miedo. Te quedaste con la fea.   

Es una relación de costumbre la que tenemos con la negatividad, con el sufrimiento. Estamos casados con el. Y todo el mundo ve mal que nos divorciemos. 
Ahora eso sí, se ve aún peor que tengas la mínima relación con la alegría. 
Desde inmaduro, iluso, tonto, hasta de no tener los pies en la tierra, descentrado, perdido y yo que sé qué más, es de lo que pueden tacharte por comportarte de forma alegre de manera habitual. 

La cara de culo esta bien vista. Que te cases con la fea aunque a disgusto, indica responsabilidad, trabajo, seriedad, concentración, compromiso. Sobre todo si la mantienes y no la dejas.

Es de locos, ni siquiera viéndose desde el punto de vista mas subjetivo y desequilibrado se podría reconocer que un marco de seriedad por enfado, tristeza o apatía, es mas efectivo, creíble o inteligente que un marco creado por la seriedad desde la alegría, la paz, el bienestar y la positividad. 

Por todo esto y alguna cosa más, que se me escapa, espero que no sigamos votando, creyendo, apoyando, valorando, respetando a esas caras de culo que llenan el mundo de ese triste color gris. 


Si eres un gris y lees esto, en serio, ¿no te da vergüenza? ¡Cásate con la guapa!

Comentarios